viernes, 30 de octubre de 2015
Las islas
jueves, 29 de octubre de 2015
El tiempo se mide en "samoas"
lunes, 26 de octubre de 2015
This is Samoa! Talofa
Esto es Samoa! Cualquier cosa que veas y no tenga una explicación aparentemente racional, usa esta frase porque le viene como anillo al dedo. Y es que son tan diferentes las costumbres samoanas a las nuestras, como sus coches y autobuses. El primer encontronazo con Apia (la capital), de noche y tras varias horas de vuelo desde la tan ordenada Nueva Zelanda, chocan frontalmente con el estilo samoano. La llegada del vuelo a una pista pequeña, de estar por casa, un grupo local amenizando la recogida de equipajes con canciones tradicionales samoanas, el control exhaustivo con inmigración y luego con los de las autoridades agrarias, por no contar el de la misma entrada a la terminal de ébola, que tienen en los papeles que pongas si eres de países que hayan tenido algún caso de ébola, como Sierra Leona, Nigeria o España. España!!!! Gracias a la magnífica gestión de los servicios sanitarios de nuestro país. Vamos, que el impacto es grande. Luego con los taxistas a la salida, como locos por cogerte de pasajero, aunque el importe no es alto, la verdad, tengo la impresión de que esta gente tampoco se ha subido a la parra y quieren hacerse millonarios a tu costa. Eso sí, no busques a nadie que ponga el taxímetro porque no existe.
Tras el golpe de calor, la humedad, la noche y que no había nada iluminado a excepción de los fales (como cabañas abiertas) comunales donde la gente estaba reunida o jugando al bingo (nunca he visto tanto bingos por metro cuadrado, lo juro), por fin llegas al hotel/motel, donde con un poco de suerte porque has encontrado abiertas varios puestos de cambio de dinero, puedes dejar una fianza para pagar el sitio, además del taxista que te ha llevado. Vivan las talas! Mañana será otro día, hoy sólo he podido encontrar abierta a estas horas, una pequeña tienda local donde comprar una cerveza y unas patatas fritas como cena. Samoa promete.
Consejos y algunas utilidades kiwi
Lo primero, puntos de wifi gratis, esos que todos queremos pillar para saludar a la familia, tuitear fotos dando envidia de vacaciones, o por qué no, ganar unos cuantos instagramers en nuestra cuenta con los hastgas de los sitios que visitamos. En Nueva Zelanda puedes encontrar muchas cabinas de Spark con free wifi, pero serán pueblos relativamente grandes, aunque aquí el término grande es muy diferente del que estamos acostumbrados a manejar. Yo tenía la regla del 80/70 y 50; cuando entrabas a un pueblo donde la velocidad mínima que marcaba era de 70/80, el pueblo es pequeño (vamos, cuatro casas y desperdigadas), y cuando la velocidad era de 50, el pueblo era relativamente grande y podías encontrar alguna gasolinera y cabina de free wifi. También existen un montón de sitios donde poder conectarse gratis, incluso con algún banco he dado, eso que son de los que nunca dan nada gratis.
Gasolineras, especial atención en la isla sur, donde al haber tanto parque natural, no existen pueblos, y por lo tanto no hay gasolineras. No esperes ver una gasolinera fuera de un pueblo porque no he visto ninguna, así que calculad bien los recorridos y los repostajes. En la isla norte no he encontrado mucha dificultad, hay bastantes ciudades intermedias y los recorridos son más pequeños.
Moverse por el país.
Existen varias formas, tren, bus, avión, alquiler de vehículos de varios tipos, e incluso el autostop, hay mucha gente que se mueve por Nueva Zelanda haciendo dedo. En mi caso, me he movido con campervan. Algo más grande que una monovolumen, pero bastante más manejable que una autocaravana, con lo que hacía de mixto para campo o ciudades. No hay que preocuparse demasiado por el tema del vaciado de agua y reponer, suele haber “dump stations” públicas hasta en los pueblos más pequeños, aunque en algunos hay que prestar atención porque vienen señaladas y luego son campings privados. De todas formas, siempre viene bien hacer una parada en algún camping o motel, suelen estar bien acondicionados y aprovechas la electricidad (y las duchas de verdad con agua caliente también, es cierto). También existen multitud de campings públicos, suelen estar en áreas de lagos o montaña, disponen de baños y son bastante económicos (unos 6 dólares). Puedes encontrar una especie de hucha para echar el dinero y unas cartulinas donde registrarte de forma voluntaria. Tampoco esperes mucho de estos campings, es lo que viene siendo un descampado más o menos pequeño, cerca del agua y con unos baños que son letrinas (eso sí, suele haber papel higiénico) sin lavabo.
Supermercados de varios tipos, donde en muchos puedes encontrar descuentos en gasolineras si tu compra asciende a un mínimo, lo cual puede venir bien en algunos casos. Por ejemplo, los supermercados Countdown, suelen hacer descuentos de 4 céntimos por litro en gasolineras Z.
Para excursiones, no hay que volverse loco, basta con ir a un iSite del pueblo en cuestión, y allí encontraremos Info de todas las actividades que podemos hacer por la zona, desde allí mismo se pueden contratar al instante. Yo he llegado a flipar porque había sitios que te desplazan incluso a 400km para ir al sitio de la excursión, mucha tela.
Seguro que se me ocurrirá algún consejo más, ya iré aumentando esta entrada si es preciso.
Corto ya, estoy a punto de aterrizar en Samoa, aunque por desgracia es de noche.
martes, 20 de octubre de 2015
Despedida kiwi
sábado, 17 de octubre de 2015
El tiempo primaveral
Bendita primavera que llenas todo de agua y flores, aunque yo sólo veo el agua, y qué trombas. Recorrer las carreteras con carteles de “flood” y avisos de desprendimientos, no es lo más relajante del mundo, la verdad, pero es lo menos que puede pasar con la cantidad de agua que ha caído en dos días. Esas mantas de agua de un par horas de la gota fría, pero con varias horas más, de esas que te cierran los glaciares al público porque la mayoría de las rutas se han convertido en rápidos ideales para rafting, no para senderistas ávidos de “la instantánea” más original. Es lo que tiene el tiempo en primavera, te cierran un glaciar, se inunda medio parking de un embarcadero, encuentras playas con mar embravecido, o simplemente conviertes tu vehículo en una barca a medida que atraviesas las carreteras entre bosque y montaña.
Cada día tomo más en serio los carteles neozelandeses que avisas de las condiciones tan cambiantes de sus carreteras, es un hecho. Puedes empezar el día con lluvias torrenciales, desprendimientos de rocas, cascadas de agua, niebla, viento, y terminarlo al borde de las plácidas aguas de un lago enorme mientras miras la puesta de sol entre montañas nevadas, la maravilla de la naturaleza. Eso sí, asegúrate de llevar bien repleto el depósito de combustible del coche, las gasolineras escasean en la isla sur de la mitad para abajo, no les gustan mucho en los parques naturales y hay muchos, cuidado no te toque llamar a asistencia en carretera, será, además, el único vehículo que veas durante muchos kilómetros.
Aprovecho ya que casi se me va el sol, y esta gente son de dormir pronto.
jueves, 15 de octubre de 2015
Sobreviviendo a pesar del viento
Es increíble ver hectáreas y hectáreas de terreno verde con cientos de vacas, ovejas, llamas, alpacas o cabras. Cualquier granja por pequeña que sea tiene una cantidad enorme de ganado. Cuidado con acercarse demasiado a ciertas vallas para ver animalitos que muchas están electrificadas. Pero es genial como piensas en el desarrollo sostenible y miran por su fauna y flora autóctona, con carteles en áreas recreativas o incluso supermercados, exponiendo las especies invasoras que hay por la zona e instrucciones de cómo se debe proceder.
Tienen su puntito estos kiwis.