sábado, 17 de octubre de 2015

El tiempo primaveral


Bendita primavera que llenas todo de agua y flores, aunque yo sólo veo el agua, y qué trombas. Recorrer las carreteras con carteles de “flood” y avisos de desprendimientos, no es lo más relajante del mundo, la verdad, pero es lo menos que puede pasar con la cantidad de agua que ha caído en dos días. Esas mantas de agua de un par horas de la gota fría, pero con varias horas más, de esas que te cierran los glaciares al público porque la mayoría de las rutas se han convertido en rápidos ideales para rafting, no para senderistas ávidos de “la instantánea” más original. Es lo que tiene el tiempo en primavera, te cierran un glaciar, se inunda medio parking de un embarcadero, encuentras playas con mar embravecido, o simplemente conviertes tu vehículo en una barca a medida que atraviesas las carreteras entre bosque y montaña.
Cada día tomo más en serio los carteles neozelandeses que avisas de las condiciones tan cambiantes de sus carreteras, es un hecho. Puedes empezar el día con lluvias torrenciales, desprendimientos de rocas, cascadas de agua, niebla, viento, y terminarlo al borde de las plácidas aguas de un lago enorme mientras miras la puesta de sol entre montañas nevadas, la maravilla de la naturaleza. Eso sí, asegúrate de llevar bien repleto el depósito de combustible del coche, las gasolineras escasean en la isla sur de la mitad para abajo, no les gustan mucho en los parques naturales y hay muchos, cuidado no te toque llamar a asistencia en carretera, será, además, el único vehículo que veas durante muchos kilómetros.
Aprovecho ya que casi se me va el sol, y esta gente son de dormir pronto.

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