domingo, 16 de octubre de 2016

Sausalito y camino del sur

Mañana desapacible con previsión de temporal en la costa y no hay mejor ocurrencia que coger una bicicleta para un paseo de 30 kilómetros para ver el pueblo de Sausalito (al norte del Golden Gate) y la bahía donde se rodó la película de Tiburón. Sin coger una bicicleta desde hacía meses y sin haber dado un palo al agua en lo que a deporte se refiere, con dos pelotas y a lo loco. Allá que vamos, entre lloviznas, golpes de viento y algunos locos ciclistas equipados para el Tour de Francia (aquí se toman el deporte muy en serio, que se lo digan a Lance Armstrong). Hasta Sausalito muy bien todo, algunas subidas pronunciadas, unas vistas espectaculares de la bahía de San Francisco con el puente y Alcatraz de fondo, hasta un policía multando a un ciclista, creo que por exceso de velocidad (no es coña). El pueblo es muy turístico, bastante masificado en algunas zonas, sobre todo las comerciales, pero merece la pena echar un vistazo a sus rincones. Pero todavía queda un buen rato hasta Tiburón , así que toca seguir después de alguna parada fotográfica, pero el viento y el agua empiezan a arreciar, las piernas a cansarse de luchar con tanta cuesta e inclemencia. A lo lejos se puede ver un partido de sábado de fútbol americano entre chavales, con marcador electrónico, cheerleaders y toda esa parafernalia que tanto gusta, al otro lado, unos chavales dejan sus bicicletas a un lado para tratar de hacer kitesurf en una especie de laguna que se había montado. El tiempo iba de mal en peor.
Finalmente, la marcha es imposible de seguir, calados hasta los huesos, mochilas incluidas, cámaras de fotos, móviles y demás. Disyuntiva de tomar el camino de vuelta y coger ferry desde Sausalito, o continuar hasta el ferry de la bahía de Tiburón, Google maps resolvió la duda, volver a Sausalito era la mejor opción en tiempo.
Ya fuera de la tormenta que más que tormenta era vendaval, unos sabrosos nachos de maíz recién hechos, unos tacos y unas Coronas, arreglaron el frío y la humedad del cuerpo. Órale que ya sí que estaban los cuerpos listos para la vuelta. La tormenta iba derecha a San Francisco...



Después de la tormenta siempre llega la calma... pues no. Después de llover a mares toda la noche, amanece lloviendo otra vez, pero es hora de levantar el campamento, pillar un Mustang y empezar a darle a las millas... San José, Santa Cruz, Carmel... el tiempo no acompaña, algunos problemas técnicos tampoco pero no decae la cosa. Todas zonas de surf pero con un temporal... eso sí, la Misión de Carmel vista. Orgulloso estaría fray Junípero Serra, mallorquín que la lío parda allí montando un montón de misiones por toda la costa. Coño! Hasta Stevenson, el de la Isla del Tesoro (el que visité su casa y tumba en Samoa) estuvo allí un tiempo. Está claro que el destino me quiere decir algo.

En fin, hora de cerrar por hoy, el local de Wendy's no me va a esperar y el loco con el cuchillo de mi motel de carretera tampoco.

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