La sensación del principio se va disipando lentamente según
pasan los días y las experiencias con locales. Encontrar esa actitud marcial,
con actitud ciertamente intimidatoria, de los guardias que custodian el recinto
del Mausoleo de Ho Chi Minh, donde no sé por qué narices tratan todo el tiempo
de tocármelas a mí. Sólo se dirigen a mí de toda la gente que me rodeaba, que
si manos fuera de los bolsillos, que si las gafas de sol, que si la gorra,… y
todo eso antes de entrar propiamente en el edificio, ahí entiendo que por
respeto se debe, pero fuera? Están muy tontos. Yo lo achaco a que estoy rodeado
de vietnamitas y como soy el extranjero, se tienen que darme la matraca para
que vean el resto lo rectos (y tocapelotas) que son. Bueno, es una visita que
hay que hacer, pero no hay mucho que ver, simplemente ostentosidad del partido único,
y la pagoda de un solo pie, que me parece más interesante.
Mi sensación es que choca mucho ese corte marcial comunista
con la avidez que tienen para desplumar al turista si pueden, no es así como
recordaba el comunismo. Hablando con gente local, se sienten orgullosos de su
gobierno por ser comunista y mirar para el pueblo, lo que queda en entredicho
cuando en las siguientes frases hablan de tener que pagar bajo cuerda al
profesor de sus hijos en el colegio público, o dar propinas a médicos y enfermeros
en los hospitales para ser atendidos con más rapidez. Entiendo que haya cierta corrupción,
pero lo ven como algo normalizado y estipulado, lo que no casa bien con la filosofía
comunista. Para colmo, a pocos metros del Mausoleo, puedes ver una tienda de
ADIDAS y algunas que otras marcas.
Cosa que me llama mucho la atención es la cantidad de templos
que veo por la ciudad. Otra vez no puedo ver clara la relación entre comunismo
y religión, sea budista, hinduista o incluso cristiana. Empiezo a pensar que
esto es más bien de cara a la galería. Mientras reflexiono aprovecho para dar
un paseo por el lago Hoan Kiem y visitar su pagoda, es un entorno muy
interesante, aunque está plagado de grupos de turistas. Muy cerquita del lago
me asomo por teatro de marionetas de agua, es algo que quiero ver porque
representan escenas de la vida rural vietnamita con música y cantos
tradicionales.
Tengo que reconocer que me tiene fascinado la cocina vietnamita,
voy probando cosas nuevas siempre que puedo. Sentarte con ellos en los
banquitos en la calle, es una experiencia que no te puedes perder.
Rollitos de seafood y un banh bao…
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