sábado, 7 de noviembre de 2015

El animal vivo más grande del mundo


Empiezas a tomar conciencia del tamaño de la Gran Barrera de Coral cuando observas desde el avión la cantidad de arrecifes que hay, con un color de agua tan intenso que no lo puedes creer. A veces se menciona como el animal vivo más grande del planeta, ya que puede ser vista desde el espacio, teniendo en cuenta que el coral es un ser vivo y está en constante crecimiento. Llegó el gran momento.

En el muelle principal de Cairns puedes encontrar multitud de empresas que te llevarán a ver algunos arrecifes, suelen ser un par de ellos por motivos de tiempo, ya que no son  barcos muy rápidos y está a una distancia considerable. Yo me decanté por los de Silver, ya que después de estar hablando con la gente del hostel, me dijeron que esta empresa te lleva a ver tres arrecifes porque disponen de un barco más rápido y, de hecho, van a otros diferentes. Así que me puse de acuerdo con ellos y me hicieron la reserva desde el mismo hostel, no tienes ni que desplazarte. Esta empresa daba comida y trajes completos de lycra para hacer snorkel (soy de oídos sensibles y siempre con mocos, así que nada de buceo),  importante a la hora de encontrar medusas en la zona, porque todos sabemos lo que hace una medusa, verdad? Venga, realmente no tenéis ni idea la mayoría porque no os han rozado nunca, sólo conocéis las historias que os han contado (a mí tampoco me han rozado nunca).

Pues después de aproximadamente un par de horas de barco, con más de medio pasaje fuera de juego por el oleaje (las bolsas de papel eran un artículo de primera necesidad), llegamos. He de reconocer que tuve un momento de mareo, pero se pasó rápido, hubo gente que se tumbó en el suelo para relajarse, fue bastante divertido.

Ya enfundado en el traje de lycra, sólo quedaba ponerse las gafas y a ver las profundidades oceánicas a lo Jacques Cousteau. Menuda maravilla ver tanta vida marina en tan poco espacio, tanto colorido, tanta tranquilidad y paz. Toda la gente buscaba a Nemo, y a mí lo que más gracia me hacía eran las almejas gigantes, que con sólo rozarlas se cerraban. Entre arrecife y arrecife, comimos algunas cosillas que había preparado la tripulación, estaba todo riquísimo y, la verdad, con tanto snorkel te entran unas ganas de comer que devoras.

Después de varias horas en los arrecifes, la vuelta se hizo muy cortita. Mucha gente repasando las fotos que habían hecho bajo el agua, comentando todas las especies diferentes vistas, etc. Esa noche tocó cenar de forma suculenta y con cerveza en mano, nos lo habíamos ganado.

Cocodrilos, gaviotas, pelícanos, la gran barrera, murciélagos que parecen Batman por su tamaño, etc. En poco tiempo he visto tantas especies diferentes que estoy flipando.
 

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