martes, 10 de noviembre de 2015

No todo va a ser mundo marino


Después de flipar con toda la vida marina de la Gran Barrera, por fin toca ver al animal típico australiano por excelencia, el canguro (el koala también vale, o el ornitorrinco, o el demonio de Tasmania, los dingos… joder la cantidad de ellos que hay!!). Como tampoco ando muy sobrado de tiempo, me dirijo a Kuranda, una villa muy cerquita de Cairns con un rainforest impresionante y una pequeña reserva de animales. La ida es en bus porque el tren turístico que pasa atravesando el bosque ya ha salido, lo bueno es que es más rápido y barato, pero hay que volverse en el tren para disfrutar del paisaje.

El viaje se hace cortito y rápidamente llegas a Kuranda, pudiendo haber disfrutado un poquito del bosque, ya que la carretera discurre por el Parque Natural. La emoción está servida cuando nada más entrar a la reserva veo una especie de lagarto de unos 30 centímetros corriendo por ahí, luego otro, y otro más. Pienso, joder con las lagartijas de Australia. Pues no eran parte de la reserva, están por todos lados, campando a sus anchas entre cocodrilos, canguros, koalas y demás. Toda la mañana disfrutando de los animales, e incluso acariciando a alguno de los canguros. Esos están acostumbrados a la gente y se dejan, no creo que sea lo habitual. Pero tengo que decir que ni koalas, ni canguros, ni siquiera cocodrilos, lo que más me enamoró fueron los wombats, tan regordetes, con una cara simpática que daban ganas de pegarlos un abrazo. Uno se siente tan cerca de los animales en Australia que es fácil entender un poco el carácter campestre de los australianos, es una verdadera pasada porque son animales totalmente distintos a los que estamos acostumbrados. Estamos hartos de ver vacas, perros, gatos, los que salimos al campo vemos alguno más como cabras montesas, águilas, serpientes, y no digamos los que van de monterías (cosa que no apruebo pero respeto), pero poco más, en cambio en Australia, con la fama de “cualquier animal te puede matar”, la cosa toma un cariz muy diferente. Estoy disfrutando mucho de esa cercanía a la naturaleza animal, hacía tiempo y lo echaba de menos, te hace sentir otro animal más, estoy como in niño pequeño con los descubrimientos.

Veremos qué será lo siguiente, no paro de asombrarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario